Es común que al iniciar el año, muchas personas se decidan a realizar cambios en su estilo de vida y hábitos, motivados por el periodo significativo de cerrar un ciclo y entrar a uno nuevo. Sin embargo, siempre, todos los días, sin importar la ocasión, puede comenzarse un cambio en su rutina, cumplir algún propósito o simplemente cambiar algún proceso tóxico de nuestras vidas para evolucionar y alcanzar estabilidad emocional y mental (y por consecuencia la salud física también), que sea a la mitad del 2021 tampoco es un pretexto alguno.
Salud emocional, mental y física
¡Conócete a ti mismo para constantemente mejorar toda esa parte mental, física y emocional (espiritual).
Para ello, es necesario conocerse a uno mismo, ser capaces de identificar nuestras emociones, reacciones, humores, pensamientos y sentimientos. Suena fácil, pero conlleva tantito esfuerzo, constancia y dedicación que mantener este nuevo estilo de vida que pretendemos alcanzar. Todo esfuerzo conlleva su recompensa, sentirnos más plenos y tranquilos; lograr cierta estabilidad, llámense financiera, sentimental, social, laboral. El generar una serie de beneficios y resultados que impacten en nuestra salud física, mental y espiritual, será nuestro mejor aliciente para continuar haciendo cambios paulatinos pero sustanciales.
Con base en lo anterior, es importante establecer objetivos específicos que se puedan cumplir y que no se conviertan en simples anhelos caídos en el abandono después de dos semanas de estarlo intentando.
Un ejemplo es el bajar de peso: Muchas personas se establecen como meta bajar 30, 20, 15 kilos de sopetón para cumplir durante el año. Las primeras cuatro semanas se avocan a ir a un gimnasio, cumplir una dieta, etc. Conforme avanzan los meses, se vuelven más permisivos y comienzan a decirse a sí mismos “Me recupero la siguiente semana”, “Me voy a dar el chance”, “El siguiente mes los bajo”. Y muy pronto, sin darse cuenta, terminan abandonando su propósito; para cuando llegan a los últimos dos meses del año, se dan cuenta de la desviación y lo casi imposible de recuperar.
Por esto mismo, es mejor trazar rutas más simples pero eficaces que conlleven a un propósito más estable y duradero. Suena más desafiante pero al mismo tiempo más pesado decir, “Voy a bajar 24 kilos de aquí a diciembre”. Puede ser el mismo objetivo pero trazado con otra estrategia o plasmado de diferente forma, que nos permite engañar a nuestro cerebro, pero con el afán de motivarlo, “Voy a bajar 2 kilogramos de peso al mes”. El resultado serán los mismos 24 kilos, con la diferencia de que haciendo asequible nuestro propósito y cumpliéndolo, vamos ganando confianza para ir cumpliendo cada cuota mensual.
Lo anterior es un ejemplo a groso modo, pues justo, el propósito de esta nota es encaminar a nuestros lectores a un mejor autoconocimiento y apoyarse de especialistas en cada materia en que consideren que necesiten. Desde un psicólogo, si consideran que necesitan explorar más a fondo sus situaciones psico-emocionales; pasando por un nutricionista o nutriólogo que les ayude a saber si lo que necesitan es ganar o perder peso, masa muscular, etc. Lo mismo para los que decidan emprender un negocio, que necesiten de la ayuda de un mercadólogo; para los que quieran invertir, quizá un asesor financiero patrimonial, así como muchos otros.
Aquí unos consejos para nuestra saludo emocional/mental:
1. – Reconocer nuestras emociones y pensamientos
Esto no significa que no puedan existir momentos difíciles que puedan perturbar momentáneamente nuestras emociones y pensamientos. La meta es sabernos capaces de enfrentarlos para que cada vez sean menores sus impactos y sin secuelas: Desarrollar nuestra resiliencia.
Si me reconozco impulsivo, el antídoto es conservar la calma y pensar hasta dos y tres veces lo que quiero hacer o la forma en cómo reaccionar.
Si me reconozco tímido, la propuesta es ser más extrovertido. Intentar charlar con un extraño de la nada; motivarme para reconocer de donde proviene el miedo y afrontarlo, como puede ser el hablar en público.
2. – Prestar atención a nuestras reacciones y a nuestro cuerpo
El cuerpo no nos miente y nos habla en todo momento. Nosotros somos los que decidimos no escuchar. Por ello es importante mantenernos observantes y sintientes de cómo reaccionamos ante los diferentes estímulos del medio ambiente. Dos y más personas pueden reaccionar muy diferente a un mismo estímulo. Esto va muy de la mano con el cambio de rutinas y estilos de vida que nos permitan sentirnos más cómodos y menos estresados. Una mente, un cuerpo estresado es más propenso a sufrir de cuestiones de salud, invadirse de negatividad y ocasionarse a sí mismo situaciones funestas. Y esto lo comprueban cada vez más las ciencias cuánticas como la bioneuromoción.
“Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma” – Carl Gustav Jung
En otras palabras, hay que practicar el autocontrol emocional y mental. Practicar actividades que nos ayuden a relajarnos: Deporte, Yoga, Técnicas de respiración, Técnicas de meditación, Meditación activa, Mindfulness, Descubrir actividades de nuestro interés y practicarlas (artísticas, lúdicas, etc.) entre muchas otras.
3. – Acude con especialistas de cada sector
La mejor inversión que puedes hacer siempre, es en ti mismo/misma.
Todo aquello que te sume o aporte a tu vida, es algo que sin duda puedes y debes intentar. Conociendo exactamente tus deseos y necesidades, puedes entender mejor como sacar provecho de cada situación.
Pueden existir diferentes combinaciones de factores con los que las personas se pueden identificar. Para algunos lo más impórtate es mejorar su estado financiero o quizá no quieran trabajar donde actualmente lo hacen y buscan emprender algún negocio. Pues es necesario que esas personas definan exactamente que quieren, como y para cuando lo quieren.
Bien dicen que zapatero a tus zapatos. Contratar expertos que te ayuden a realizar el negocio de tus sueños y que lo proyecten a la estabilidad y éxito deseados puede ser un objetivo a mediano y largo plazo. Puedes ser un gran administrador de empresas pero necesitas delegar actividades dentro de tu negocio, sobre todo si requieren de cierta especialización. Si requieres de un diseñador, pues contrátalo. El que tu creas que es fácil hacer “dibujitos” puede ser una percepción equivocada que le puede costar caro a tu negocio o no darle la proyección y dimensión que necesitará para crecer bajo el nombre y diseño de una gran marca.
Habrá otras personas que están más preocupadas, interesadas por cambiar aspecto de su parte física. Ya hablamos del peso, pero hay muchos que optan por cirugías estéticas para sentirse más cómodos con su imagen personal. Lo mismo, no escatimes en pseudo doctores que puedan pasarte una factura mucho más cara con el paso del tiempo. Acude con cirujanos conocidos y reconocidos que cuiden en todo momento tu integridad. Ellos mismos te dirán si eres candidato para lo que deseas o si lo necesitas. Esto también es parte de conocerte a ti mismo. Conocer tus límites y tus posibilidades.
4. – Consciencia
Quizá este sea el punto más importante de todos, pues es el que se vincula, dirige, resulta, experimenta en todos y con todos al mismo tiempo.
Consciencia.-
Conocimiento de la propia existencia.
Conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones, pero también se refiere a la capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento.
Nosotros no pretendemos decir que está bien o está mal. Estos términos o conceptos del bien y del mal son muy subjetivos y de la percepción de cada uno, y hasta cuestión de geografía. Sin embargo, hay cosas que si las pensamos en términos de energía (todo es energía), podemos hablar en sentido de positivo y negativo. Y es justo eso, que le da un sentido positivo a mi vida y cómo impacta en la de los demás seres sintientes.
Cada persona es responsable del desarrollo de su propia consciencia y de cómo esta misma se ve reflejada en su vida cotidiana. Pero también cada persona es responsable e influye en la consciencia colectiva. Entre más personas se suman a un proyecto o causa y más longeva es su permanencia en ello, mayor es el impacto y la transmisión de energía como parte de un legado.
Consciencia ecológica
Como ejemplo podemos nombrar causas ecológicas. Para algunas personas el tirar basura en la calle no implica nada, permanece como un acto neutro, aparentemente. No vislumbran que el cambio climático ha sido sostenido a través de nuestras acciones por un largo tiempo. Que el consumo de una bolsa de plástico puede llevar hasta 150 años en biodegradarse, esta bolsa es lanzada a la calle y taponea una coladera, impide que el agua de la lluvia encuentre por donde desembocar y desvía su torrente hacia otra superficie en la cual causa una severa erosión.
Esa misma persona, más tarde se queja de que se inundan las calles, lo cual le impide transitar libremente. Al mismo tiempo, maquinaria pesada que se ocupa para pavimentar acude a arreglar el desperfecto y mientras se echa andar y se mantiene encendida, causa emisiones de combustible fósil que, más tarde, se va sumando a la huella de carbono de tantos millones de personas que habitamos el planeta.
Un ejemplo muy somero si ustedes gustan, pero que ilustra el tipo de consciencia que puede coexistir con otras muchas. Mientras unos luchan por informar acerca del cambio climático, otros no lo toman en cuenta, a otros no les importa, otros dicen que no existe y otros tantos tratan de hacer cambios significativos en su estilo de vida.
El punto de la consciencia es muy simple pero en el que se implica un todo en una frase tan sencilla como:
Cambio yo, cambia todo.
Para muestra basta un botón: Sismo del 2017 en México.
Otro ejemplo de la consciencia de cómo la conformamos de lo individual a lo grupal fue lo sucedido durante el sismo de la Ciudad de México del 2017. Semanas tras lo sucedido, se sentía un ambiente de consternación y de precaución hasta cierto punto. Las personas actuaban de modo gentil, también hasta cierto punto. Muchos se sumaron brindando ayuda a mover escombros, llevando comida, donando cosas, etcétera. Sin embargo, al poco tiempo, todo retomo su cauce original. Esa solidaridad que se mostró durante la catástrofe, se había perdido: De nuevo la gente depredándose en las calles.
La ley del más fuerte, primero yo y después yo. Hasta la fecha, aventándose el coche entre unos y otros. Atropellando los ciclistas y peatones. Ese civismo y solidaridad debería ser mostrado también en lo cotidiano y no solamente frente a fenómenos de la naturaleza como pueden ser los terremotos, huracanes, inundaciones, tsunamis y demás. ¿No lo creen? Ser cortés no debe estar peleado con ser valientes.
Lo inconsciente | ¿Cómo afecta a mi salud emocional, mental y física?
Especialistas afirman que nuestro inconsciente opera y responde en un 80% de nuestras acciones diarias y el restante lo ocupamos en tomar acciones de forma consciente. Se le conoce como el modo avión.
Viéndolo de otra forma, sabemos que respiramos de forma automática, de lo contrario nos pasaría como a las ballenas. Si no tuviéramos un reflejo para respirar posiblemente moriríamos en cuanto olvidáramos hacerlo, poniendo en contexto las adaptaciones biológicas actuales que tenemos. Sin embargo, cuando le damos un acto de consciencia a nuestra respiración, le añadimos un increíble potencial a ese mismo acto que cuando lo hacemos de forma involuntaria.
Respirar conscientemente nos ayuda a des-estresarnos; nos ayuda a expandir nuestra capacidad torácica y pulmonar, por lo que podemos decir que nos ayuda a nuestra salud al hacer más eficaz el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono; ayuda a relajarnos pero también a concentrarnos, precisamente por la mejor oxigenación de nuestro cerebro.
El hacer consciente un acto común y corriente puede cambiar drásticamente el resultado de nuestras acciones.
Aplica para todo.
En el momento en que me hago consciente de mí y me responsabilizo de mis actos y decisiones, sin culpar a otros, sin depender de otros, es que comienza la magia del cambio. Si este 2021 tengo un propósito, sueño, anhelo, meta u objetivo, debo trazarlo de forma consciente para que de forma significativa se vaya reflejando y materializando en el resultado deseado. Utilizar conocimientos y herramientas que faciliten o repercutan de forma positiva y holística en cada una de nuestras acciones ayudará convertirnos en lo que verdaderamente deseamos: una versión mejorada de cada uno de nosotros.
Todo esto impactará de forma positiva en nuestro empleo, en nuestra economía, en nuestras relaciones interpersonales, etc. Cuidar de nosotros, es cuidar de los demás, en especial de familia y amigos.
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